La inmensa mayoría de las personas mayores o dependientes en algún grado prefieren permanecer en casa antes que trasladarse a una residencia. La pandemia ha acentuado este proceso, incorporando además una preocupación mucho mayor: la seguridad y la tranquilidad de estar en casa son actualmente esenciales cuando se nos presenta una situación en la que necesitamos cuidados profesionales.
Ingresar en una residencia y abandonar el hogar genera una sensación de desarraigo y pérdida, precipitando en ocasiones episodios de desorientación, baja autoestima y depresión. Una incertidumbre que desemboca en mayores trastornos personales físicos, sensoriales y emocionales.
Por el contrario, recibir cuidado y atención en el hogar supone mantener las rutinas de siempre, el contacto con vecinos, amigos y conocidos, proporcionándoles satisfacción y calidad de vida.
Con Premium Care, nos olvidamos de los principales problemas de una residencia: menor intimidad y escasa autonomía en la toma de decisiones, excesivo número de pacientes por cuidador, atención “estandarizada” y en muchos casos insuficiente, cuidadores muy presionados y desmotivados, “quemados”, lo que se traduce en menor calidad de servicio e incluso deterioro en el buen trato y ausencia de trato personal.
Incluso en las residencias más exclusivas, en numerosas ocasiones los profesionales están desbordados, lo que hace que las decisiones asistenciales o de cuidado personal se sustituyan por protocolos estandarizados, por un “café para todos” que despersonaliza el cuidado asistencial y genera frustración y sensaciones agobiantes para el paciente o usuario.
Además, normalmente las familias tienen que seguir implicándose y dedicando su tiempo a gestionar incidencias y compensar los déficits observados, por lo que finalmente no se consigue una óptima conciliación del tiempo y se genera un estrés adicional para los familiares, que además de realizar un considerable esfuerzo económico no ven una correspondencia en los servicios que reciben sus seres queridos.
Con Premium Care tendrás una atención personalizada, un profesional exclusivo para tu familiar y una garantía de calidad asistencial en el entorno familiar, superando las limitaciones de las residencias y garantizando la máxima tranquilidad y seguridad para tu ser querido, consiguiendo:
- Seguridad y confianza:
Al estar en su entorno habitual los pacientes se sienten más cómodos y seguros, y el proceso de adaptación resulta mucho más sencillo al tratarse de un ambiente conocido y propio, que les da confianza y evita o minimiza la sensación de pérdida de control. Respetamos el deseo de permanecer en casa. Además, los familiares y amigos mantienen su comunicación y cercanía con la persona, algo vital para mantener la mente sana y activa.
- Servicio personal y exclusivo
Un plan de trabajo individualizado y la máxima atención y dedicación plena al usuario por parte del profesional asignado. Supervisión constante y adaptación de los objetivos del plan a los avances y a la situación del usuario. Sin abandonar tu hogar, cambiar tus rutinas ni empezar una nueva vida prácticamente desde cero.
- Flexibilidad y adecuación
Desde los cuidados más básicos hasta los tratamientos más cualificados, en Premium Care adaptamos nuestros servicios a necesidades específicas (ELA, Alzheimer, Parkinson, Ictus…) en diferentes fases o estados, asignando al profesional más indicado para gestionar de manera óptima cualquier dificultad, incidencia o necesidad de la vida habitual de nuestro ser querido.
- Todos los servicios, en casa
Nuestros profesionales ayudan en las tareas de casa y de cuidados y asistencia personal. Le preparan la comida según su dieta, se preocupan de que tome su medicación, le ayudan con el aseo diario, le acompañan y le motivan en su día a día. Además podrás complementar todos nuestros servicios con tratamientos específicos en función de cada caso.
- Cercanía personal
Una atención personalizada de calidad basada en un control continuo y en poder reaccionar de manera inmediata ante posibles incidencias. Podrás conocer de primera mano a quién se ocupa de tu ser querido y así saber y supervisar en todo momento los cuidados que recibe la persona querida.
- Cobertura integral
Cubrimos todas las necesidades y todos los grados de dependencia. Servicios de salud, terapéuticos y de acompañamiento, con todo un equipo de profesionales a tu disposición, sin masificaciones ni estándares ni trato colectivo..
- Fomento de la autonomía e independencia
Máxima flexibilidad de horarios y actividades específicas para cada usuario, que se supervisan puntualmente por nuestros profesionales. Adaptamos las rutinas para que la persona se sienta lo más autónoma e independiente posible, mejorando su estado físico, mental y emocional.
- Intimidad, dignidad y respeto
Al quedarse en casa, no se sufre la sensación de perder su espacio y su intimidad, ya que nuestros profesionales están formados para desarrollar sus actividades con el máximo respeto a la dignidad e intimidad de la persona. Cuidamos y confortamos, dando la calidez, protección, seguridad y tranquilidad que solo puedes encontrar en casa.
- Acompañamiento activo
Fomentamos la vida activa, no “aparcamos” a nuestros mayores. Con las pautas desarrolladas en cada caso por nuestro equipo clínico, buscamos su complicidad, su diversión y motivación, incentivar sus relaciones sociales para así conservar o mejorar gran parte de sus capacidades y habilidades.
- La importancia del cuidador
Cuidamos y fidelizamos al cuidador, porque es esencial que se sienta motivado, reconocido, formado y también querido para prestar el mejor servicio personal y profesional. Un cuidador satisfecho y motivado le dará a nuestro ser querido toda la compañía y cariño que se merece, en su propio hogar.
- Ahorro económico
Sabemos que tu bienestar o el de tus seres queridos no tiene precio. Curiosamente, y en función de cada caso, es muy habitual que nuestros clientes se sorprendan además por el importe de nuestros servicios, ya que incluso con todas las ventajas que supone, puede resultar incluso más económico que una residencia.
Estas son solo algunas de las ventajas de solicitar el servicio de ayuda a domicilio. Al respetar las preferencias de nuestros mayores de continuar en sus casas, conservando así su autonomía, ayudamos a mantener y en muchos casos mejorar su estado emocional. Para cualquier persona mayor abandonar su hogar supone un reto nada fácil de asumir en una etapa de la vida donde todo les afecta mucho más.
Contáctanos sin compromiso y cuéntanos tu caso, estaremos encantados de ayudarte.